'CLANES' SE BASA EN UNA HISTORIA REAL QUE ES TODAVíA MáS INCREíBLE QUE LA SERIE DE NETFLIX Y QUE TIENE MáS QUE VER CON LA HISTORIA DE AMOR QUE CON LA DE NARCOTRáFICO

Junio se ha convertido en un mes de auténtica batalla en la parilla televisiva, aunque Netflix parecía tener todas las papeletas para perderlo. Junto a la parte 2 de la temporada 3 de Los Bridgerton, solo la serie española Clanes se posicionaba como el estreno estandarte de la plataforma. En la competencia, sin embargo, teníamos la llegada de La casa del dragón a HBO, de The Boys a Amazon Prime Video y de The Acolyte, la nueva serie de Star Wars, a Disney +. Pero lo cierto es que, a pesar de acabar de forma tan insatisfactoria como Mano de hierro, Clanes está siendo un éxito. Eso nos da esperanzas a que llegue una temporada 2 de Clanes que nos resuelve ciertas dudas.

Sí, porque el final de la temporada 1 de Clanes nos dejó con demasiados interrogantes sobre la mesa. Y no hemos sido los únicos. Al fin y al cabo, si esto fuese una historia real solo habría que acudir a la información de lo que ocurrió, pero Clanes es una obra original del afamado guionista Jorge Guerricaecheverría. No tenía una base real, o al menos eso es lo que pensábamos hasta hace poco. Primero surgieron los que descubrieron los paralelismos de la trama con historias reales del tráfico gallego.

Para empezar está el nombre del clan, Padín. Manuel Fernández Padín fue un testigo crucial en la Operación Nécora que, en 1990, levó a la cárcel a Laureano Oubiña, uno de los grandes narcos gallegos. La serie, sin embargo, ha cogido su apellido para un papel muy distinto al del héroe delator. El Padín de la serie tiene más en común con Sito Miñanco, que trabajó en una cárcel andaluza mientras cumplía el tercer grado. Su historia, eso sí, nos la cuentan en Fariña.

Pero la verdadera historia real de Clanes es otra, y tiene que ver con sus protagonistas y su trama amorosa.

La historia real detrás de 'Clanes'

Repetimos, Clanes no se basa oficialmente en ninguna historia real ni tiene intención alguna de precisión histórica, pero es evidente su paralelismo con la historia de Tania Valera y David Pérez Lago. Su historia comenzó en 2005. Ella era una prometedora abogada que fue destinada a Cambados para dirigir el Centro de Información de la Mujer, un espacio para la atención a las víctimas de la violencia de género. Sin embargo, poco después lo dejó y montó su propio despacho, donde conoció a David Pérez Lago, hijastro de un Laureaño Oubiña que estaba en la cárcel. Ambos se enamoraron y, mientras él trataba de intentar hacerse con el control tras el vacío de poder que habían dejado las detenciones de su padrastro o Miñanco, ella se adentró en sus negocios. En 2013 Tania Valera fue condenada por blanqueo de capitales relaciones con el narcotráfico, más o menos lo mismo que el personaje de Clara Lago hace en la serie.

Sin embargo, el giro más interesante de la historia es que Tania defendió su inocencia contra viento y marea, pero cuando ningún juzgado le dio la razón y vio frente a ella una condena de siete años de cárcel y más de 300 millones de euros de multa, huyó. Desapareció y se ganó una orden de detención. Pero la historia de Tania sigue con todavía más potencial para futuras temporadas. Tras David, salió con Alfonso Díaz Moñux, otro abogado relacionado con los narcos gallegos, y al que mataron dos sicarios en el coche cuando iba junto a ella. Valera consiguió estar a la fuga durante más de cinco años, siendo la única mujer entre los 70 fugitivos más buscados de la Europol. Finalmente se la detuvo en Sitges, donde estaba con una identidad falsa y tenía a una hija. David salió de la cárcel pero volvió a ser pillado con las manos en la masa en 2018 como parte de la Operación Mito.

Vamos, que no solo es una historia que guarda similitudes con Clanes, sino que nos puede dar pistas de a donde puede ir a parar la temporada 2 tras dejarnos con una Ana embarazada a la fuga y Daniel en la cárcel. Si es la que la realidad supera a la ficción más a menudo de lo que pensamos.

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