LA EMPRESA ELT ABRE UNA NUEVA ETAPA TRAS LIQUIDAR TODA SU DEUDA

Atrás queda ya el concurso voluntario de acreedores que presentó hace 4 años, en plena pandemia, la empresa aragonesa Especialidades Luminotécnicas (ELT), ubicada en Malpica. Tras cumplirse tres años desde que alcanzase en junio de 2021 un convenio con sus acreedores con una quita del 30% y un pago trianual (20%, 20% y 60%), la deuda ha quedado saldada y la empresa vuelve a empezar una nueva etapa ya sin ningún lastre.

Se abre así una segunda oportunidad para esta compañía, que ha finiquitado a todos los acreedores sujetos al convenio y también a la Agencia Tributaria, Tesorería General de la Seguridad Social y Fogasa, y que en ningún momento, aseguran desde la firma, ha dejado su actividad.

Es más, están diversificando, aseguró Ferrán Pahissa, consejero delegado de ELT: «Hemos invertido en la empresa Mirovi, con un 20%, y ya tenemos el 33% como socio industrial de esta firma que va a comercializar la baliza de señalización para coches que fabricamos y que está en trámite de ser homologada por la DGT».

Unas 40 personas están trabajando en este momento en la empresa ELT, que facturó el pasado año 8 millones de euros (repartidos al 50% entre el mercado nacional y el de la exportación) y que está completamente saneada financieramente hablando, destacó Pahissa.

«Ya superado el convenio de acreedores, se ha pagado a todo el mundo, incluidas las indemnizaciones de los 21 empleados que salieron de la compañía de acuerdo a un ERE extintivo pactado recientemente», dijo. Así esta empresa está aprovechando esa segunda oportunidad que muy pocas tienen para seguir adelante tras un proceso concursal precisamente cuando cumple su 50 aniversario.

«En unos momentos en los que abundan las reestructuraciones, una empresa de genuino cuño aragonés mantiene la actividad en un ejercicio ejemplar de sorber y soplar», afirmó el abogado Leandro Martínez-Zurita, partícipe de este proceso concursal. «ELT ha cumplido los plazos sin demora alguna, amén de finiquitar la deuda tributaria, con la Seguridad Social, y haber dado cumplimiento al convenio de recuperación con el Fogasa, y todo ello en tres años, lo que evidencia que los activos de la compañía están libres de pasivo alguno», añadió.

Según el letrado, «la facturación de la compañía acompaña razonablemente a la nueva dimensión de la misma, pero sin lastre, lo que ha conllevado importantes sacrificios» para seguir manteniendo la actividad, comentó, incluso en postpandemia «con la crisis de los microchips, la competencia de Oriente y una regulación europea mucho más estricta, que ha puesto fecha de caducidad a la iluminación magnética, y también la caída de la contratación pública».

Pese a estos factores. ELT sigue en pie, saneada y manteniendo su clientela, subrayó Pahissa, su máximo responsable, y también secretario del consejo de administración de Electrónica Cerler, compañía en la que representa una tercera parte del capital social.

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